El exudado es el líquido emitido por un organismo a través de los poros o una herida. En las heridas, el exudado proporciona un ambiente húmedo necesario para la regeneración celular. No obstante, en las heridas crónicas el exudado puede volverse excesivo e impedir la cicatrización.
Los cambios en el nivel, volumen, color, consistencia y olor del exudado pueden indicar problemas con la lesión que deben abordarse. Por lo tanto, es importante que los profesionales de la salud puedan evaluar correctamente estas características del exudado para brindar una atención adecuada.
El reto del manejo de heridas es encontrar el balance indicado en el exudado. Ni muy seco, ni muy húmedo. Al exudado a menudo se le denomina líquido de las heridas o drenaje. Cuando existe daño y una ruptura de la piel se inicia una respuesta inflamatoria y los capilares se vuelven más permeables. El líquido seroso se filtra hacia el lecho de la herida y forma la base del exudado.
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El exudado contiene agua, electrolitos, nutrientes, proteínas, mediadores de la inflamación, proteasas, factores de crecimiento, glóbulos blancos y microorganismos. Es un componente natural de la curación de heridas que promueve un ambiente húmedo para la cicatrización. Como resultado, esto permite que las células epiteliales lleguen hasta el lecho de la herida.
Los factores de crecimiento y los nutrientes que contiene el exudado son necesarios para que sane la lesión. Asimismo, el ambiente húmedo para la curación facilita la autolisis (la separación del tejido necrótico del tejido sano).
El desafío para el tratamiento de heridas es lograr el equilibrio correcto en el nivel de exudado. Es decir, el profesional de la salud debe asegurarse de que la herida no esté ni demasiado seca ni demasiado húmeda. En las heridas crónicas, el proceso inflamatorio se prolonga y el exudado se acumula con consecuencias nocivas.
Niveles de exudado
El nivel de exudado en las heridas se puede clasificar en seco, húmedo, mojado, saturado o fugas. A continuación se describe cada uno:
Seco
- Sin humedad visible
- No es un entorno ideal para la curación de heridas (a excepción de las heridas isquémicas)
- La piel circundante puede estar seca, escamosa, hiperqueratósica
Húmedo
- Un entorno ideal para heridas
- El apósito puede estar ligeramente marcado
- El lecho de la herida puede parecer brillante
- La piel circundante puede estar intacta e hidratada
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Mojado
- El apósito primario puede estar muy marcado
- Potencial de maceración perilesional
Saturado
- Manchas de exudado visibles
- El apósito primario está húmedo y las fugas son visibles en el apósito secundario
- Riesgo de maceración de la piel perilesional
Fugas
- El líquido de la herida es visible y sobresale de los bordes del apósito
- Tanto el apósito primario como el secundario están saturados
- Alto riesgo de maceración y excoriación perilesional
El exudado de heridas crónicas contiene cantidades más altas de metaloproteasas de matriz (MMP) que descomponen el tejido sano recién formado. Por lo tanto, el exceso de exudado en heridas crónicas puede resultar en daño a la piel circundante si no se maneja adecuadamente.