Todas las heridas cumplen con un proceso de cicatrización común, el cual incluye coagulación, inflamación, proliferación y maduración. Cuando una herida no avanza en uno de estos pasos, se convierte en una herida crónica. Este tipo de heridas presenta una morbilidad y costos elevados para su proceso de curación. Debido a esto es necesario realizar una preparación del lecho de la herida, ya que promoverá una cicatrización natural.
El concepto de la preparación del lecho de la herida tiene un enfoque holístico y sistemático, para la eliminación y evaluación de las barreras en el proceso de cicatrización en una herida. Preparar el lecho de una herida consiste en desarrollar estrategias de tratamiento, tanto a la herida como a la enfermedad subyacente que causó la herida. Esto a su vez permitirá optimizar los agentes terapéuticos que aceleran la cicatrización endógena.
Cuidar el lecho de la herida
Cuando se prepara el lecho de una herida se crea un ambiente óptimo para la cicatrización. Puesto que al tener un lecho estable, bien vascularizado y con una cantidad mínima o ningún exudado, la fase final de curación de la herida se logrará cumplir.
La preparación del lecho de la herida permite obtener el potencial de los beneficios de productos avanzados para el cuidado de heridas. Permitiendo así superar las barreras hacia las terapias de heridas crónicas.
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Aspectos de la preparación del lecho de la herida
Cuando se presenta una herida crónica, previo a determinar el tratamiento para ayudar a su curación, es importante que se determine el TIME (por sus siglas en inglés) de una herida. Este acrónimo se refiere a evaluar el Tejido, inflamación o infección, desequilibrio en la humedad y granulación o epitelización.
Tejido
Se debe evaluar si existe una presencia de tejido no viable o necrótico. También es importante analizar si hay presencia de callos, cuerpos extraños, tipos de exudado, biopelícula o esfacelo.
Es común que se realice un desbridamiento del lecho de la herida. Esto consiste en la eliminación del tejido necrótico, reducir la presión, eliminar el espacio muerto donde se albergan bacterias e inspeccionar el tejido subyacente de la herida. Todo esto permitirá optimizar la preparación tópica para estimular la cicatrización.
Infección o inflamación
Es necesario que se evalúe la etiología de la herida, tratar las infecciones o inflamaciones que no se encuentren relacionadas con la herida. Es común que en las heridas crónicas no avancen de la fase de inflamación. Esto por los constantes desequilibrios de células inflamatorias, citocinas y factores de crecimiento.
Estudios han demostrado que, un 60% y 90% de las heridas crónicas presentan de manera constante la producción de biopelículas. Sin embargo, detectar una biopelícula en una herida no es algo sencillo. Ya que es necesario una microscopía avanzada o técnicas de cultivo especializadas.
Desequilibrio en la humedad
En una herida crónica el equilibrio entre el manejo del líquido y el exudado de la herida es un punto clave. Ya que algunas heridas producen un exudado excesivo que no permite el proceso de curación. Debido a que se puede dañar la piel circundante y ayuda en la creación de biopelículas.
Granulación o epitelización
Es importante tomar en cuenta un tratamiento para los bordes de la herida. Ya que si estos pueden avanzar o socavar el proceso de curación. Se debe evaluar y tomar en consideración el estado de la piel circundante de la herida, puesto que si se presentan bordes secos o macerados se puede dificultar el proceso de cicatrización.
Luego, de evaluar la piel alrededor de la herida, se puede tomar en consideración el uso de terapias correctivas. Estas ayudan en el proceso de curación, algunas pueden ser el desbridamiento, injerto de piel, matrices dérmicas acelulares y terapias complementarias. Quizá te interese: Terapia húmeda para el manejo de heridas
Componentes principales para preparar el lecho de una herida
La realización del análisis de TIME de una herida permite determinar los parámetros correctos para el abordaje de la herida, obteniendo su proceso de cicatrización. Sin embargo, preparar un lecho de una herida también involucra cinco componentes principales:- Restauración del equilibrio bacteriano
- Manejo de necrosis
- Manejo de exudado
- Corrección de la disfunción celular
- Restauración del equilibrio bioquímico
El lecho de la herida en heridas agudas, subagudas y crónicas
Las heridas agudas son aquellas que van desde abrasiones, laceraciones, quemaduras postraumáticas a heridas explosivas de alta energía. En este tipo de heridas, el proceso de cicatrización usualmente no se ve afectado mientras la herida no se compromete. Sin embargo, es básico hacer una limpieza profunda de la herida para remover los cuerpos extraños, los cuales pueden incrustarse y provocar infecciones.
En el caso de las heridas subagudas, son heridas que usualmente no se han llegado a tratar en ningún momento y que presentan una tasa de infección alta. El periodo de para convertirse en una herida sub aguda es un promedio de 72 horas a 3 meses de la lesión.
Se considera a una herida crónica cuando, esta no ha completado su proceso de cicatrización en más de 3 meses con los cuidados estándar de una herida. Pero, es importante resaltar que en este tipo de heridas, se tienen influencia de factores sistémicos y locales que afectan en la cicatrización de la misma.
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Conclusión
A través de la evolución y un mayor conocimiento en la medicina sobre el tratamiento de heridas, se ha posicionado la importancia de preparar el lecho de una herida como una guía. Que permite que el especialista de la salud realice una evaluación y un tratamiento más sistemático de la herida.
Se ha comprendido que cada herida es un caso único y que por esto debe evaluarse y tratarse de manera individual. Iniciando con conocer la causa subyacente y un análisis sistemático, de cada uno de los componentes TIME para la preparación del lecho de la herida. Gracias a esto se han ampliado los tratamientos para heridas crónicas. Los cuales incluyen un manejo mecánico de tejidos, terapias de crecimiento y células madres, mayor demanda de tipos de apósitos modernos y avances en innovaciones mecánicas y de bioingeniería.
Fuentes consultadas
Rhiannon L Harries, David C Bosanquet & Keith G Harding. (August 22, 2016). Wound bed preparation: TIME for an update. August 22, 2016, de Wiley Online Library Sitio web: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/iwj.12662Kathryn Vowden & Peter Vowden. (March 2002). Wound bed preparation. March 2002, de World Wide Wounds Sitio web: http://www.worldwidewounds.com/2002/april/Vowden/Wound-Bed-Preparation.html
A. S. Halim, T. L. Khoo, & A. Z. Mat Saad. (May 2012). Wound bed preparation from a clinical perspective. May 2012, de National Library of Medicine Sitio web: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3495367/
Research Team. (April 2021). Wound Bed Preparation. April 2021, de Advances in Skin and Wound Care Sitio web: https://journals.lww.com/aswcjournal/Fulltext/2021/04000/Wound_Bed_Preparation_2021.4.aspx