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¿De qué color es tu herida? Podría significar algo importante

De qué color es tu herida

Las heridas hablan, aunque no siempre con palabras. Su color, textura y olor son señales que pueden revelar cómo va el proceso de cicatrización.

Comprender estos cambios ayuda a detectar complicaciones a tiempo.

En el cuidado de heridas, el color es más que un detalle visual: es un lenguaje clínico que todo profesional de la salud debería dominar.

El color como indicador de progreso

Durante la cicatrización, una herida pasa por distintas fases. Cada una muestra tonalidades específicas.

Reconocerlas permite actuar con precisión, aplicar el tratamiento correcto y prevenir infecciones.

En general, los colores más comunes y su significado son:

  • Rojo: Indica tejido de granulación saludable. Significa que la herida está cicatrizando adecuadamente, con buena irrigación y oxigenación.

  • Amarillo: Suele representar la presencia de exudado o tejido fibrinoso. Requiere limpieza y control de la humedad para evitar infecciones.

  • Negro o marrón oscuro: Indica tejido necrótico o muerto. Este tipo de herida necesita atención especializada para eliminar el tejido afectado.

  • Verde o gris: Puede ser señal de infección bacteriana o contaminación. Es importante evaluar la herida y considerar antibióticos o cambio de apósito.

Identificar estos matices a tiempo permite tomar decisiones ágiles.

El color de las heridas

Por qué el color cambia: factores que influyen

El color de una herida puede variar según diversos factores como:

  • La edad del paciente
  • Su estado inmunológico
  • La humedad del ambiente
  • Los materiales usados en la curación.

Por ejemplo, mantener una humedad controlada favorece el proceso de cicatrización.

Diversos estudios han mostrado que un entorno húmedo puede acelerar hasta un 50 % la epitelización comparado con heridas expuestas al aire (Winter, 1962).

En cambio, una mala técnica de curación, productos inadecuados o una ventilación deficiente pueden alterar el estado de la herida.

Además del color, los médicos también deben revisar las condiciones del entorno.

La evaluación visual como parte de la experiencia del paciente

Para el paciente, el color de su herida puede generar ansiedad o confianza. Cuando el profesional explica lo que observa —y lo traduce en términos simples—, transmite seguridad y confianza.

La comunicación visual y verbal se convierte así en parte del tratamiento. Este enfoque centrado en el paciente, reduce dudas y refuerza la percepción de valor médico.

Realizar curaciones en un entorno limpio, bien iluminado y con materiales adecuados, contribuye a una atención más eficiente. El espacio también comunica cuidado.

Más que colores: decisiones que optimizan tu práctica

Comprender la evolución cromática de una herida permite optimizar recursos y planificar mejor las consultas. Por ejemplo:

En suma, estos pequeños ajustes fortalecen la reputación del profesional.

Un detalle que revela profesionalismo

El color de una herida puede ser el primer indicador de su historia: si progresa, si se estanca o si necesita atención inmediata.

Saber interpretarlo es una habilidad clínica que demuestra atención, conocimiento y compromiso con el paciente.

En la medicina moderna, cada detalle cuenta: el color de la herida, la eficiencia del entorno y la confianza que proyectas.


Referencias

Winter, G. D. (1962). Formation of the scab and the rate of epithelisation of superficial wounds in the skin of the young domestic pig. Nature, 193(4812), 293-294.


Field, C. K., & Kerstein, M. D. (1994). Overview of wound healing in a moist environment. The American Journal of Surgery, 167(1A), S2-S6.


Schultz, G. S., et al. (2003). Wound bed preparation: a systematic approach to wound management. Wound Repair and Regeneration, 11(Suppl 1), S1-S28. 

Wounds-UK. (n.d.). Understanding wound healing: Colour indicators and tissue types. Recuperado de https://www.wounds-uk.com