Infección en las Prótesis de Rodilla y Cadera

Las prótesis articulares, como las de rodilla y cadera, han transformado la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Les devolvuelven la movilidad y reducen el dolor. Sin embargo, como cualquier procedimiento quirúrgico, existe un riesgo de complicaciones al que prestarle atención.
Una de las más comunes y serias es la infección. Este tipo de complicación puede amenazar no solo la funcionalidad de la prótesis, sino también la salud general del paciente si no se detecta y trata a tiempo.
Qué es una infección periprotésica
Cunado habalamos de infecciones periprotésicas, nos referimos a aquellas que ocurren cuando microorganismos, en su mayoría bacterias, invaden el área alrededor de la prótesis. La gran desventaja es que estas infecciones pueden presentarse poco tiempo después de la cirugía o incluso años más tarde, y se clasifican generalmente como:
Agudas
Es decir, aparecen dentro de los primeros 3 meses después de la cirugía.
Crónicas o tardías
Se presentan meses o años después, a menudo por diseminación de una infección en otra parte del cuerpo.
Por qué se producen
Las causas pueden ser varias, sin embargo, las más comunes incluyen:
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Contaminación durante la cirugía
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Infecciones en otras partes del cuerpo que viajan por la sangre hasta la prótesis
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Sistema inmunológico debilitado
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Enfermedades crónicas como: diabetes, obesidad o enfermedades reumatológicas
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Ciertas bacterias, como el Staphylococcus aureus
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Síntomas
No todos los pacientes pueden presentar los mismos signos de infección. Sin embargo, los más frecuentes incluyen:
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Dolor persistente o que empeora con el tiempo
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Hinchazón, enrojecimiento o calor en la zona de la prótesis
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Secreción de líquido o pus por la herida quirúrgica
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Fiebre o escalofríos
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Rigidez y pérdida de función de la articulación
De hecho, es importante tener en cuenta que algunos pacientes no presentan fiebre, especialmente en infecciones crónicas.
Cómo se diagnostica
Cuando se sospecha de infección, es necesario acudir con el médico especialista lo antes posible. Este, puede ordenar una combinación de estudios para identificar:
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Análisis de sangre (como proteína C reactiva o velocidad de sedimentación globular)
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Punción articular para extraer y analizar líquido sinovial
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Estudios de imagen como radiografías, gammagrafía ósea o resonancia magnética
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Cultivo bacteriano para identificar el microorganismo específico
¡Recuerda que el diagnóstico temprano es fundamental para evitar complicaciones mayores!
Tratamiento
Claramente el tratamiento dependerá del tipo y la gravedad de la infección. Sin embargfo, algunas opciones pueden incluir:
Tratamiento con antibióticos
En casos leves o en infecciones detectadas muy temprano, puede intentarse un tratamiento solo con antibióticos, aunque esto no siempre es suficiente.
Limpieza quirúrgica
Si la infección se detecta en las primeras semanas, puede realizarse una cirugía para limpiar el área sin retirar la prótesis. A esto se le conoce como desbridamiento con retención del implante.
Reemplazo del implante
Solo en caso de infecciones mucho más avanzadas, puede ser necesario retirar la prótesis. Caso dónde se desprenden dos opciones:

Reemplazo en dos tiempos
Se retira la prótesis, se coloca un espaciador con antibióticos y, después de varias semanas de tratamiento, se coloca una nueva prótesis.
Reemplazo en un solo tiempo
Se retira y coloca una nueva prótesis en la misma cirugía.
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Amputación
Solo se considera cuando todas las demás opciones han fallado y existe un riesgo vital para el paciente.
Prevención
Aunque no se puede eliminar el riesgo por completo, hay muchas medidas que reducen significativamente la posibilidad de infección:
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Control riguroso de enfermedades como la diabetes
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Evitar cirugías si se tiene una infección activa en otro sitio del cuerpo
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Higiene adecuada y cuidados postoperatorios
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Uso de antibióticos profilácticos antes y después de la cirugía
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Seguir todas las recomendaciones del equipo médico
La infección de una prótesis de rodilla o cadera es una complicación seria, pero con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes puede recuperarse y volver a sus actividades.
Fuentes Consultadas
Parvizi, J., & Gehrke, T. (2014). Definition of periprosthetic joint infection. Journal of Arthroplasty, 29(7), 1331–1333. https://doi.org/10.1016/j.arth.2014.03.009
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Zimmerli, W., Trampuz, A., & Ochsner, P. E. (2004). Prosthetic-joint infections. New England Journal of Medicine, 351(16), 1645–1654. https://doi.org/10.1056/NEJMra040181